Cambie mi percepción cuando estuve en Hierro; Atraídos por la tranquilidad y por lo remoto, una semana por aquella isla se nos antojó muy corta. Antes de ir mucha gente nos decía que con un día o dos seria suficiente para visitarla; Vine con la sensación de quedarme con las ganas de mas, de descubrir nuevos rincones y lugares.
La naturaleza volcánica y la vegetación variada, además de lo abrupto del terreno me hacen de este lugar una pequeña pero grandisima isla.
Numerosos arcos cerca del mar, zonas de baño increíbles, sabinares con magia, una tranquilidad que se respira y se come. Menudos atracones de mango recien cogido y maduro.