Hace unas semanas tuve la suerte de poner en práctica algo que me encantó. Coger trufas a mosca es como una de esas "leyendas rurales" de la que todo el mundo sabe y casi nadie sabe. Con el "guía nativo"(o tal vez naturalizado) Luis Torrijo, quedamos en uno de esos rincones perdidos turolenses a la búsqueda de la famosa mosca. Se trata del pequeño díptero de alas proporcionalmente largas Helomyza tuberivora. Según la bibliografía que he podido consultar pone los huevos sobre la trufa madura de la que se alimentarán sus larvas; aunque no me termina de quedar claro que ese sea su ciclo. Sea como sea, llama la atención que en una fría mañana de enero, encuentres moscas, pequeña fauna "extraterrestre" con un alto grado de especialización.
El procedimiento de búsqueda es sencillo;nos acercarmos al trufero sin proyectar la sombra sobre la zona en la que vamos buscando, ya que son muy "fotosensibles" y en que les damos la sombra salen volando hacia zonas cercanas y dejan de marcarnos el lugar donde hay una trufa madura con tanta exactitud.
Sobre todo a primera hora encontramos varias sobre las piedras. Si te acercas con lentitud puedes llegar incluso a tocarlas, creo que nunca he visto una mosca tan "mansa" (les hice algunas fotos con la cámara compacta a escasos 5 cm.). Una vez localizado el lugar, se trata de hacer una cata olfativa, una cata de tierra que nos va acercando poco a poco hacia donde esta la trufa. Es increíble como se va graduando la intensidad de olor según nos vamos acercando o alejando a la trufa.
Como animales, perdimos la mayor parte de nuestro olfato cuando conseguimos alimentarnos con asiduidad. Pero todo es entrenable y recuperable, solo con estar varios días sin comer os aseguro(por experiencia) que se recupera al menos una parte de ese olfato animal perdido.
A lo largo del día sacamos unas pocas trufas pequeñas con este método. No deja de ser un método con el cual muchas de las trufas no son encontradas; con él, podremos coger algunas para uso propio, y bien podría incluirse este método en un capitulo del libro "Economía para no salir de pobres". Tras nuestra búsqueda al estilo "rudimentario", entraba en el trufero un perro adiestrado y encontraba bastantes mas donde no las habíamos olido ni visto la mosca, prueba de que olfativamente quedamos definitivamente atrás.
Gracias Uge por este homenaje a mi amiga Helomyza.
ResponderEliminarGracias a ti, estas moscas no son tan verdes como las de la canción; pero bien merecen ser reconocidas" las moscas de los huevos de las trufas"
EliminarMuy bueno. Nos vemos.
ResponderEliminargracias amigo, un abrazo
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